viernes, 23 de diciembre de 2011

Navidad (Homenaje)


Si me preguntan porqué me gusta la navidad, déjenme contarles una historia: "Érase una vez una humilde y amorosa familia que por esas cosas raras de la vida debió separarse. En esa familia vivía un niño que amaba, como solo se puede amar cuando se ama con el corazón de un niño, profundamente a su padre y a su madre. Dada la separación de sus progenitores un gran dilema se le presentó a tan tierna edad. ¿Con cual de los dos quedarse?. Y como no se podía dividir, no le quedó alternativas y decidió, con dolor en su pequeño corazón, ir por los rumbos que le deparara la vida con su madre.

Viajaron lejos, muy lejos allende los mares y llegaron a un pueblo de pescadores con una hermosa y espléndida bahía y un puerto que de cierta forma les recordaba su lugar de orígen.
Allí, durante un corto tiempo vivieron felices hasta donde su humilde condición les permitía. Pero el destino que todo lo puede deparaba a este niño tragos amargos. Su madre enfermó y al poco tiempo murió dejándolo solo en el mundo sin respaldo ni amparo. El niño hubo de sobrevivir haciendo de limpiabotas, vendiendo periódicos, haciendo mandados, ayudando a cambio de algo para comer, durmiendo donde le encontrara la noche o al abrigo de un tibio rincón al cobijo de algún buen samaritano, menos pobre que él pero al fin pobre como es la pobreza en los pueblos de pescadores.

Y cuando llegaban las navidades el pueblo se vestía de fiesta, había alegría por doquier y abundaban los alimentos en las mesas de las familias. Los niños corrían de aquí para allá con sus ropas nuevas, sus juguetes nuevos y los bolsillos rellenos con golosinas. Pero el niño de nuestra historia, solo en el puerto, debía lavar en la playa la única muda de ropa que tenía y quedarse en el agua, bañandose mientrás ésta se secaba. Luego, ya algo limpio en su sencilla vestimenta, veía a los otros niños jugar y lloraba, lloraba de amargura y desconsuelo y se decía, como para calmar su dolor, que si su madre viviera el no estaría pasando tanta pena y tanta hambre. Y se juraba a si mismo que si el niño Jesús le daba fuerzas y vida, cuando grande, el celebraría todas las navidades que tuviera a bien vivir. Y así lo hizo, formó una familia con una esposa a la cual amó profundamente, se hizo un hombre de bien y un padre amoroso y responsable. Vivió las navidades a plenitud, adornaba el hogar con luces, muchas luces, no faltaba la cena de navidad abundante para compartir con todo el que llegara a su casa y hacia de las navidades la gran fiesta del año como recordatorio de las horas difíciles de su infancia y como agradecimiento al niño de Belén". El niño de la historia era mi padre, ahora ya saben porque me gustan las navidades.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Canto a la bandera


En estos tiempos de decadencia, de locos y de políticos banales que llevan a la patria a un abismo infame, la voz en el tiempo de Gaspar Octavio Hernández nos da, al menos, una luz de esperanza.


Canto a la Bandera, por
Gaspar Octavio Hernández

Se detuvo el mancebo en la rampa, frente al mar
transparente. Comenzaba a brillar la mañana. En una
de las naves de Aguadulce fondeadas en el puerto, hercúleo
marino de color de bronce -cantando un alegre cantar de
aldea- enarbolaba el pendón tricolor del Istmo.

El mancebo sintióse inquieto de entusiasmo: el
entusiasmo le hizo poeta y le inspiró este canto:

¡Ved cómo asciende sobre el mar la enseña
que refleja en sus vívidos colores
el mar y el cielo de la patria istmeña!
¡Mirad...! ¡Es la bandera panameña,
vistosa cual gentil manto de flores!

¡Ved cómo asciende al mástil del velero
serpenteando con lánguida armonía
bajo la luz del matinal lucero,
mientras canta fornido marinero
con ruda voz, canciones de alegría!

El céfiro de Ancón, puro y fragante
como beso de virgen, acaricia
la tenue seda del pendón flotante
y tierno idilio sobre el mar sonante
con el céfiro la bandera inicia.

¡Bandera de la patria! ¡Con celajes
de púrpura encendida, con pedazos
del cielo de los ístmicos paisajes
y de marina espuma con encajes
tejieron nuestras vírgenes los lazos!

¡Bandera de la patria! Las estrellas
en tus colores su fulgor derraman
perennemente vívidas. Por ellas,
los hombres duros, las mujeres bellas
¡en patriotismo férvido se inflaman!

¡Ellas, en nuestros fuertes corazones,
la llama avivarán del heroísmo,
cuando al grito marcial de los cañones,
enemigo clarín vibre canciones
bajo el ardiente sol de nuestro Istmo!

Ellas reavivarán en nuestras almas
amor por nuestras fértiles campiñas
sembradas de naranjos y de palmas,
donde -tras de luchar- núbiles niñas
nos ceñirán de mirtos y de palmas...

¡Bandera de la patria! Sube...,sube
hasta perderte en el azul... Y luego
de flotar en la patria del querube;
de flotar junto al velo de la nube,
si ves que el Hado ciego
en los istmeños puso cobardía,
desciende al Istmo convertida en fuego
y extingue con febril desasosiego
¡a los que amaron tu esplendor un día!

La Estrella de Panamá
23 de mayo de 1915

viernes, 23 de septiembre de 2011

Paisanos


No recuerdo cuando fue que tomé esta foto. Lo cierto es que ya han pasado muchos inviernos desde ese día. Al verla llegan a mi mente imágenes de gente amable, trabajadora, sacrificada, entregada a sus quehaceres en silencio, pero siempre con una sonrisa. Ciertamente que son los chinos una cultura enigmática para algunos y fascinante para otros. Yo me apunto en el segundo grupo. Que cosa tiene la fotografía, que nos trae a la mente tantas reflexiones.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Heliotropo


De entre las humildes plantas del jardín familiar, tal vez sea el heliotrópo al que con más cariño recordare. Sus olorosas flores blancas siempre fueron el deleite de mis padres. Se da por descontado, entonces, que en mi hogar no puede faltar un pequeño rincón con heliotrópos,como homenaje a quienes me dieron la vida.

lunes, 12 de septiembre de 2011

El Color es vida


Bellas y hermosas flores del jardín.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Mariposa


Es mi jardín un hervidero de vida. Cada día encuentro algo nuevo que capta la atención de mi lente. En esta oportunidad y mientras me preparaba para captar alegres ruiseñores que se desplazaban de un lado a otro, apareció, de pronto, una pequeña mariposa que se posó en una diminuta flor silvestre. Cámara en trípode, objetivo de 300 milímetros, enfoque manual y un saco de paciencia fueron los ingredientes suficientes para inmortalizar el momento.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Rosas en miniatura


Serán siempre, del rosal hermosas, rosas rojas cual labios de mujer, suaves y delicadas como su tersa piel, y olorosas como sus cabellos y su cuerpo.

sábado, 14 de mayo de 2011


Dos aves, a la izquierda la conocida comunmente como RabiBlanca o paloma Titibú y a la derecha la CasCa o también llamada Capisucia. No son aves migratorias pero si son tipicamente panameñas. Las presento porque hoy 14 y mañana 15 de mayo son declarados dias mundiales de las aves migratorias.
El Día Mundial de las Aves Migratorias está organizado por la Convención sobre Especies Migratorias (CMS) y el Acuerdo para la Conservación de las Aves Acuáticas Migratorias de África y Eurasia (AEWA) - dos tratados ambientales internacionales administrados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)

martes, 10 de mayo de 2011

Playa, Brisa y Mar


Las playas de Panamá son hermosas. Sea en el atlántico o en el pacífico, el mar ha sido benevolente con el país y nos regala exhuberantes y paradisiacos ambientes a todo lo largo y ancho del istmo. El Uverito, ubicado en la provincia de Los Santos, es uno de los lugares más concurridos por los habitantes y visitantes de la Península de Azuero.

domingo, 8 de mayo de 2011

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
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De mi jardin para el mundo


La naturaleza es sabia y hermosa. Sus formas, colores y olores deleitan y dan placer a nuestro espiritu. Mi jardin es un torbellino de vida. Hoy dia les muestro algunas flores. Mañana, tal vez, mariposas, insectos y otras formas de vida.

miércoles, 26 de enero de 2011

Verano en El Uverito (2), Los Santos.


Un poco más de la hermosa playa santeña. El resto de las imagenes pueden verse en mi facebook.

Verano en El Uverito, Los Santos.

Llegó el verano y muchos de nuestros compatriotas viajan a lugares extranjeros buscando sitios de descanso y diversión. Yo pienso tal la canción de salsa, "Pero si no tienen playas, ni brilla un sol amarillo, no se comparan con mi tierrita"