jueves, 31 de enero de 2008

La Universidad de Panamá


Dentro de pocas horas comienzan los carnavales. Y a escasos cientos de metros de la tarima principal, se despierta perezosa, pues su savia primera emigró hacia el jolgorio, la Universidad de Panamá.

Fotografía periodística

Una de mis grandes pasiones siempre ha sido la fotografía. La primera cámara fotográfica que tuve en mis manos fue un regalo de mi hermana mayor al celebrar su primera paga como maestra por allá por los años de 1970-71. Era una Konica de lente fijo (35mm) y para mi hermano Pedro y para mi era lo más maravilloso y mágico que habíamos tenido en nuestras manos.

De entonces acá, muchos rollos quemamos. Hoy, solo quiero presentarles un grupo de fotografías que de seguro les impactará, pues forman parte de más de 50 años de fotografía periodística. Son ya parte de la historia de la humanidad gracias a la prestigiosa organización holandesa World Press Photo. (Para una mejor visión de la información haga clic en el icono (azul y naranja) ubicado en la parte inferior derecha de la diapositiva).

martes, 29 de enero de 2008

De Carnavales y otras Calenturas

Y Pedrito para dónde vas?... Para Las Tablas to rass. Si, ahora todos quieren, sino para Las Tablas, para cualquier otro lugar del país a divertirse en carnaval. Resulta que de unos años para acá, ir a carnavalear al interior de la república es la moda, lo chic, estar en algo.

Pero no siempre fue así. Recuerdo claramente como en tiempos pasados pensar en ir a divertirse más allá del puente (de Las Américas, claro está), era cosa de gente de campo, de cholos o más despectivamente de "buchis". La música de "esa gente" era puro "pindín". Eran los tiempos en que Dorindo Cárdenas, Ceferino Nieto, Yin Carrizo y el "zurdito de oro" Teresín Jaén llenaban "La Pollera" y el "Orgullo de Azuero" luego de las "Tardes de Cantadera" de sábados y domingos. Es que esos erán los únicos días que "la cholada" tenía libre y como es natural ellos eran el único público de este tipo de música. Y estos eran los únicos salones que se dedicaban a este tipo de actividad en la capital. Claro está, no podemos obviar que estos músicos encontraban acogida también en "Discos Tamayo", empresa que con muchos sacrificios se dedicó a recoger una parte importante de nuestra historia musical vernacular.

Afortunadamente las cosas cambian y después de octubre del 68 el gobierno de la época voto una ley que obligó a las radioemisoras a dedicar parte de su horario de transmisión a transmitir la música típica panameña. Claro está, que con mucha resistencia por parte de ellas. Gracias en parte a esto, la música de churuca y acordeón se escucha hoy en los más elegantes salones del país y la bailamos con orgullo y pasión todos lo ciudadanos.

¿Y los carnavales?. Pues bien, después del 68 se abrió una gran oportunidad educativa y a otros niveles y miles de jóvenes del campo viajaron a la ciudad en busca de una mejor oportunidad de vida. Claro está, cuando llegaban fechas como los carnavales, partían a sus pueblos a divertirse en familia y con sus amistades. Y de esa forma, al regresar a sus labores diarias, traían todo tipo de historias de diversión sana y segura, mientras que al mismo tiempo, en la capital, los carnavales perdían fuerza producto de muchos factores. Es así, que al año siguiente los campiranos se llevaban a sus pueblos (Uno de ellos Las Tablas) a sus amigos deseosos de corroborar las historias de alegría, agua limpia, recorrido de Tunas, tamboritos y el lujo y esplendor de las reinas y de esa forma los carnavales interioranos se convirtieron poco a poco en leyenda que nadie se quiere perder.

Hasta aquí todo iba bien, sin embargo, la ambición de los comerciantes está matando los carnavales del campo. Las transmisiones de televisión en vivo iniciaron el declive de la fiesta sana. Luego vinieron las discotecas, los pub´s y con ellos el regeton, al grado de que ya no se encuentran las tarimas de las reinas (Calle Arriba o Calle Abajo) con conjuntos de música típica amenizando al publico bailador cada día del carnaval, que con su tradicional botella de Old Parr se divertía hasta las primeras horas del alba.

Y así se desarrollan los carnavales. Dentro de pocas horas el Dios Momo se apoderará de nuestras ciudades y campos y después veremos a muchos decir que han quedado "limpios pero contentos". Y a recogerse, porque luego viene la cuaresma y la Semana Santa, días de recogimiento y espiritualidad.


lunes, 21 de enero de 2008

Panamá en el corazón

Panamá es un país pequeño. Poco más de tres millones de personas habitan esta tierra bendecida por Dios. Como cualquier otro país, vibra con un pulso propio y no escapa de los problemas de la vida moderna.

Es bello nuestro país. Sin embargo, preocupa el crecimiento desmesurado que lo ahoga de unos años acá. Algunos piensan que esto es el desarrollo y que significa crecimiento económico tal cual lo dejan ver los indicadores mostrados por la agencias especializadas en el ramo. Yo lo veo diferente. Veo un Panamá que crece y otro de pesadillas. Un Panamá que no tiene nada que envidiarle a las más cotizadas urbes del primer mundo y otro que se hunde en el inframundo.

Y es que hay un Panamá de la abundancia (como la cornucopia en nuestro escudo), que se pasea por elegantes tiendas de exclusivos centros comerciales, que exhibe su fortuna sin sonrojo en centros de diversión, en las páginas de sociales de revistas, periódicos y otros medios electrónicos y el panamá (así en minúsculas), de la miseria, del dolor y del hambre.

Este país es la construcción social de miles de personas que a través de los años soñaron en que llegaría el día en que al fín su descendencia diría con certeza que "alcanzamos por fín la victoria". Si, victoria sobre el hambre y la miseria; sobre la indolencia y la mezquindad; sobre la perdida de nuestra herencia nacional. Sin embargo, ese día parece cada vez más lejano.

Es que el Panamá de la modernidad no es el Panamá nativo. Es un Panamá algunas veces arrogante que no logramos comprender y que cuando se da a entender lo hace con un acento extraño. Un Panamá amurallado y excluyente, sórdido y vano. Por otra parte, el Panamá criollo, el de los múltiples sacrificios, el de los sueños rotos y la mirada altiva, el de la necesidad y la resistencia sigue esperando su hora.

Quizas la realidad no sea siempre como las pinceladas que hoy brindo. Lo cierto es que es una parte importante de esa perspectiva. Hay un verso de Machado que con ligeros cambios quiero hoy aplicar al tema, y diría de esta forma:
"Panameñito que hoy vienes
al mundo te guarde Dios,
Uno de los dos Panamá
ha de helarte el corazón".

martes, 15 de enero de 2008

De nombres y controversias

He decidido de cambiar el nombre a este blog. La Piedra en el Zapato era muy largo y como que no funcionaba como yo esperaba. Ahora se llama Croncastel, y es así porque son las crónicas de castillo. Cierto que no se apega al sentido literario de lo que es una crónica, pero si a un concepto que también pudo llamarse Los Relatos del Caminante.

Quiero decir que vuelvo al mismo punto de partida. Sucesos de la vida diaria, reflexiones y mucho más, tratando de buscar el sentido de las cosas. De pronto y tal vez de una manera que muchos tildarán de eclectica, abordaré temas tan disímiles y variopintos que parecerán incoherentes entre sí. Pero, despues de todo, que es vivir, sino la suma de vivencias, situaciones y experiencias fortuitas de olores, colores y sabores diversos.

Así es. Por ahí vamos, sin rumbo fijo ni puerto pre-establecido, porque despúes de todo bien lo dijo el poeta: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar".

lunes, 14 de enero de 2008

Playa, Brisa y Mar.

Las fuertes brisas parecen indicar, a despecho de los pronósticos meteorológicos, que la estación seca o verano ya está aquí. Es la época de los viajes hacia el interior para las visitas familiares, recorrer el país, darse un chapuzón en el río, disfrutar del jolgorio de los carnavales o visitar una de las hermosas e innumerables playas que adornan nuestras costas.

La Isla de las flores, Taboga, cuna del maestro Rogelio Sinán, está a un salto de la Ciudad de Panamá. Es un lugar apacible y acogedor en el cual, cada fín de semana, cientos de bañistas se dan cita para tostarse al sol o simplemente recorrer sus apretadas calles y disfrutar del aire marino merodeando "de aquí para allá".

Hoy, revisando algunas fotos del verano pasado encontré la que aquí les muestro y me dije: "compadre" ya es hora de preparar los bártulos y no desaprovechar la oportunidad, porque.. verano es solo una vez al año.

viernes, 11 de enero de 2008

La Primera Vez

Siempre hay una primera vez. Recuerdo la primera vez que nadé. iba con unos amigos a la orilla de un río, me resbale y caí. No sabía nadar, así que empece a manotear desesperadamente. Lo hacía tan fuerte que empece a cansarme y por supuesto mis manotazos se hicieron más débiles. Así note que al estirar mis brazos mas suavemente, esa fuerza me impulsaba hacia la orilla. Esa fue la forma en que aprendí a nadar después de un gran susto.
Cuando a la casa mi padre llevó el primer aparato de televisión fue muy emocionante, cuando sostuve por vez primera una calculadora en mis manos, la primera vez que hice una fotografía en el laboratorio, cuando utilice por primera vez una computadora, cuando navegue en internet, cuando me senté por primera vez frente al timón de un automóvil o cuando desperté por vez primera sintiendo la calidez y el suave aroma del cuerpo de una hermosa mujer... mi esposa.
Siempre hay una primera vez y siempre, en una ocasión de esa naturaleza, afloran sentimientos especiales como ahora. La primera entrada a este blog, La Piedra en el Zapato, quiere servir para hacer reminiscencias de aquellos momentos. Por ahora comenzaré haciendo algunas anotaciones en torno a la realidad de las relaciones públicas acá en Panamá y otra anotaciones al respecto, pero como dice el título, será La Piedra en el Zapato para realizar otra serie de comentarios, desde mi muy particular punto de vista, acerca de aquellos asuntos que generan opinión en el ámbito nacional.